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La ironía del mundo (mis cosas)

Colombia

Homenaje a esta tierra a la que quiero y admiro sin conocerla. Espero que algún dia podremos presentarnos cara a cara!! Gracias "trola" por mandarlo, jaja

COLOMBIA SE MUERE PORQUE SE SIENTE SOLA
En el diario ABC de España, se publica hoy un artículo de su columnista Alfonso Ussía

Me confieso un enamorado de Colombia. No se habla mejor español en el mundo. Y no es preciso acudir a un colombiano de la clase alta y mejor cultivada para oír la belleza de su lenguaje. El dominio y el donaire de la palabra está en todos sus habitantes.

Colombia es una nación grande y rica, con dos tragedias que nunca terminan. El narcotráfico y la guerrilla. Quizás la tragedia sea sólo una con dos caras diferentes de muerte y ruina. Sin la guerrilla no existirían otras bandas y fuerzas paramilitares que enredan aún más el drama.

Colombia es una nación injustamente desprestigiada. Cierto es que la inmensa red del narcotráfico usa de decenas de miles de inmigrantes naturales para extender el terrible negocio de la droga. Pero otras decenas de miles de colombianos, que nada tienen que ver con las grandes empresas de la muerte, son tratados y recibidos como si fueran delincuentes. Colombia, que es una de las naciones más acogedoras, hospitalarias y cultas de América. Es un país que ha asumido su soledad.

Me pregunto -y me respondo- si todo el esfuerzo económico y humano que se ha empleado en Iraq no hubiese tenido más justificación en Colombia. La guerrilla llamada revolucionaria, las FARC ese ejército potentísimo comandado por virtuosos asesinos, ocupa una buena parte de su territorio.

Hace días han intentado matar al presidente de la República, Álvaro Uribe, que desde el principio de su mandato declaró la guerra abierta a los terroristas. Pero nadie en el mundo occidental ha reaccionado. ¿Se figuran lo que sucedería si el Rey de España, o el presidente de la República Francesa, o la Reina de Inglaterra, o el presidente de los Estados Unidos sufrieran un atentado contra sus vidas? La movilización de Occidente sería inmediata.

Pero Colombia no es tratada como una democracia más, sino como un sistema distinto. Está sola y hemos dejado solos a millones de colombianos pacíficos, honestos, trabajadores y demócratas!

¿Por qué sí contra Sadam Husein y no contra Marulanda y su ejército de criminales? Una considerable proporción de los llamados «guerrilleros» no saben ni para qué luchan. Un sistema perverso y estalinista los ha hecho presos de su crueldad.

Uribe lo ha dicho pocos minutos después de sufrir el atentado: «No hay diálogo posible con la arrogancia que se deriva del fusil, el coche-bomba y el dinero de la cocaína. Los terroristas tienen que sentir que el Estado los va a derrotar». Pero son muchos los años que han transcurrido y el Estado colombiano no parece capacitado para terminar con el terrorismo, que allí no es grupo sino Ejército, con un potencial extraordinario y el apoyo constante del gran negocio.

¿Cuántos colombianos tienen que morir, además de las decenas de miles de ellos asesinados o caídos en la selva luchando contra los terr oristas, para que el mundo occidental reaccione? ¿Acaso la existencia de esos ejércitos asesinos favorece intereses ocultos en los países más poderosos de la tierra?

Colombia se muere porque se siente sola.

Colombia emigra porque las circunstancias han hecho que allí la vida no se incluya en la relación de los derechos fundamentales. Por mucho que haga el Estado y por admirable que sea el coraje cívico de sus dirigentes, el camino para alcanzar la paz y la rendición del terrorismo se adivina largo y penoso.

A uno, personalmente, le duele mucho más la tragedia de Colombia que la de Iraq. Los colombianos son los nuestros, o mejor escrito, aún mejores que los nuestros. Han intentado asesinar a su presidente y el Mundo le ha
dedicado una atención cansada.
Si hay que actuar con la fuerza en algún lugar para lograr la paz, allí
está Colombia. La bellísima nación de gente buena que nos da día tras día
una lección de valentía desde su soledad.

3 comentarios

Diana -

buscando ironías acerca de nuestro Estado-Gobierno me encontré con este lugar y ciertamente me conmueve.

es verdad que en el extranjero nos ven a los colombianos (algunos) como unos drogadictos, ladrones y demás. tal vez si algunos funcionarios del gobierno no se robaran el dinero destinado a la pobreza, a la educación... los colombianos (el pueblo) no se verían obligados a cumplir semejantes actos de inmoralidad.

el cuanto a las FARC, muchos países en el mundo los ven como un grupo revolucionario, entendiendo esta palabra por su buen significado de lograr un cambio en función al pueblo, bueno, asi era... hace 40 años cuando todo inicio, sin embargo, ahora algunos de las FARC son sádicos sin ideología ni principios, y digo algunos por que muchas personas que portan un arma son campesinos obligados, NIÑOS que han tenido que llegar a ese extremo solo por el deseo de seguir viviendo y obviamente mujeres vistas como juguetes sexuales.

Por desgracia el gobierno de Uribe deja ver a las FARC como el único enemigo del pueblo colombiano, aún existen paramilitares y otros grupos al margen de la ley (que de hecho se vinculan con el gobierno)... eso hace pensar que además de los guerrilleros, los políticos también están jugando un papel macabro contra el pueblo, y de hecho, la ignorancia del mismísimo pueblo nos esta llevando a la ruina, a eso que llamas "Colombia esta sola"

el pensamiento que plasmas es hermoso, sin embargo es un tanto ideal.
las personas de Colombia o bien ya se acostumbraron o bien no les interesa lo que pase con el otro en muchos casos, de ser lo contrario harían más que marchas para solucionar los problema.

yo me estoy educado, y busco informarme para ser critica frente a la realidad de mi país. para lograr ser una profesional que aporte, y que sepa a quien pone (en un futuro) a gobernar el país.

NN -

Ojala que si mataran a ese asesino de Uriparaco

Miss Panela -

¿Cuál es tu fuego?

Te dejo este comentario por si quieres incluirlo en algun articulo. besos

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

- El mundo es eso - reveló -. Un monton de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Fuente: "El libro de los abrazos" Galeano, Eduardo.